Clubhouse es el nombre del nuevo objeto brillante en el horizonte del social media y el marketing digital que tiene encandilado a la élite digital de medio mundo. De la misma manera que un OVNI que flota en el firmamento, esta extraña red social destaca por no parecerse a nada que hayamos visto o experimentado antes, ya que está basada exclusivamente en audio. Y ya que hablamos de exclusividad, en el momento de escribir estas líneas (mediados de marzo de 2021), además, solo está disponible para IOS (iPhones e iPads) y se entra únicamente por invitación.

Si esta es la primera vez que lees algo sobre Clubhouse, no pasa nada, es muy nueva. De hecho, se puede considerar que es una hija de la pandemia, ya que inició su andadura como aplicación el 17 de marzo de 2020, justo al inicio del confinamiento mundial a gran escala. Sus creadores son dos profesionales tecnológicos de la zona de la bahía de San Francisco, en California (EEUU), Paul Davison y Rohan Seth. Ambos tienen un pasado común trabajando en empresas como Google o Pinterest, entre otras, además de poseer un perfil de emprendedor y estar relacionados con startups.

Cómo instalar Clubhouse
Lo primero que tenemos que considerar en estos momentos es que solo está disponible para IOS. Si tienes un Android te tocará esperar a que lancen la versión específica de Android, que a día de hoy no tiene fecha anunciada de salida. Si dispones de un dispositivo IOS, debes dirigirte a la App Store y descargarte la aplicación Clubhouse, cuyo nombre completo es “Clubhouse: Drop-in audio chat” de Alpha Exploration Co. Su icono es la cara de un músico con gorra en blanco y negro. Una vez instalada, sigue los pasos de registro y espera a que te llegue la invitación. No suele pasar mucho tiempo 🙂

Una red basada en las conversaciones
El funcionamiento de Clubhouse se basa en las conversaciones y en la existencia de espacios habilitados para que los usuarios de la aplicación se puedan juntar y hablar en tiempo real. Es decir, en Clubhouse el audio es la materia prima. Pero, a diferencia de otros formatos donde el audio es el elemento principal, como los podcasts, en este caso las conversaciones se dan en riguroso directo y con la participación de los asistentes.

Además, lo que se dice en las salas, no se graba ni se archiva. Por lo tanto, todo aquel que quiera escuchar lo que se dice en una sala tiene que estar “presente” en la sala mientras la conversación tiene lugar. Para reforzar esta condición de presencialidad, Clubhouse dispone en sus normas de uso que no está permitido grabar o reproducir las conversaciones en otros canales a la vez sin el conocimiento y consentimiento de los moderadores de la sala y de todas las personas que participan en ellas. Es decir, hay que estar. La pena a la que te expones si violas esta regla es a que te expulsen de Clubhouse.

Salas, las unidades de contenido
Si la materia prima en Clubhouse es el audio, las unidades esenciales de contenido de esta red social son las salas o “rooms” de conversación, tal como de las denomina en inglés (cabe decir que toda la ampliación está disponible únicamente en inglés en estos momentos).

Todos los usuarios de Clubhouse están habilitados para montar salas y desarrollar conversaciones en su interior. También para unirse a las salas que deseen y tomar parte activa en ellas en la modalidad de oyente, “speaker” o hablante o moderador de la propia sala. Una vez se montan, las salas pueden ser abiertas, para grupos o para un conjunto de usuarios seleccionados.

Cuando un usuario crea una sala, le suele dar un nombre que es, a la vez, el tema del que se desea hablar en dicha sala. Por ejemplo, una sala de nuestro sector en CH se podría denominar perfectamente “El futuro de la industria gráfica”. Bajo ese titular, lo lógico sería que se unieran a la sala personas del propio sector de la industria gráfica como impresores, proveedores, fabricantes., diseñadores, usuarios, cargos editoriales, profesionales del packaging y demás actores del sector que estén en Clubhouse.

Una vez la sala está en marcha, los usuarios son alertados de su apertura o lo ven en el listado de salas operativas disponibles en cada momento y se pueden unir a ellas. Los usuarios pueden entrar en las salas, estar un rato escuchando y si es de su interés solicitar hablar. Si al moderador de la sala le parece pertinente, le cambiará el papel de oyente a hablante y la persona podrá participar activamente de la charla con su voz, su contenido y su opinión. De la misma manera, una persona en la sala, puede abandonar la sala y marcharse en el momento que desee, sin más trámite.

Famosos en las salas
En cada sala hay uno o varios moderadores, el público que asiste y un tema propuesto para el debate. El público que entra en las salas puede ser de cualquier índole, desde particulares y profesionales hasta famosos que se pasan por ahí; algo muy habitual en este momento de desarrollo de la plataforma.

Entre los personajes famosos de carácter norteamericano destacan Aston Kutcher, Jared Leto o gurús de Silicon Valley como el fundador y CEO de Tesla y SpaceX, Elon Musk o Mark Zuckerberg -el creador de Facebook-, pero también los raperos Drake y Kanye West y la estrella de los medios Oprah Winfrey.

Ya más cercanos a nuestra esfera, en las salas en castellano, te puedes encontrar con personajes mediáticos como el comediante Luis Piedrahita, actores de la serie “La casa de papel” o periodistas como Dani Mateo, de “El Intermedio”, entre otros. La proximidad de las salas te permite potencialmente estar a su lado y hablar de temas con ellos con total naturalidad y cercanía.

Clubhouse ha venido a remover el espacio de las redes sociales con fuerza. En un entorno donde todo parecía ya segmentado y rutinario, esta nueva red social cambia el statu quo al irrumpir con fuerza, obligando a los profesionales de la comunicación a tomar partido frente a sus estrategias digitales.

5 claves para decidirse por Clubhouse
Si te estás planteando la idoneidad de estar o no en esta red, he aquí 5 puntos que te ayudarán a considerar este nuevo recurso.

1. Experiencia directa en Clubhouse. Por más texto que redacte acerca de Clubhouse, nada podrá sustituir tu propia precepción sobre el nivel de participación, contenidos y audiencia que se genera en Clubhouse. Tienes que introducirte y experimentar en primera persona qué interés provocan las salas, qué nivel de conversación se da en su interior y qué valor pueden suponer para ti y tu negocio.

2. Creación de salas específicas de nuestro sector. En este momento no parece haber mucho contenido del sector grafico en Clubhouse, lo que representa una oportunidad de oro de colonizar un espacio nuevo y generar experiencia en esta nueva red. Así mismo, esta oportunidad se expande a tu marca personal y a la oportunidad de generar audiencias tanto a escala local como internacional.

3. Contenido de valor para compartir. La clave del contenido que triunfa por voz de los que intervienen en las salas es aquel que aporta valor en un tema determinado. Estoy seguro que en tu caso tienes decenas de temas sobre los que podrías hablar y generar una idea de quién eres y qué puedes aportar desde el punto de vista profesional.

4. Sin texto, sin imágenes, sin vídeos, solo con tu voz. En Clubhouse el contenido es tu voz explicando tus temas. Sin más. No tienes que trabajar horas en una imagen o en la edición de un vídeo. Entras, te conectas, hablas, compartes conocimiento y aprendes del conocimiento de los demás.

5. Networking de alto nivel. La potencia del networking que aporta esta red es fulminante; es decir, muy rápido. Y de alto nivel. El público –en estos momentos– está naturalmente segmentado y la densidad de profesionales es muy elevada, complementándose totalmente con LinkedIn. Harás amigos alrededor de tus temas y también generarás oportunidades de negocio.

Pocas veces nace una red social que traiga un aire nuevo y vibrante como Clubhouse. Pocas veces los negocios, las marcas y los profesionales tienen una nueva oportunidad de volver a generar audiencias nuevas y numerosas. Pocas veces el momento inicial se nos presenta en bandeja para desarrollar posibilidades de conexión y negocios tan claras como en Clubhouse. De modo que mi recomendación es que entre, participes y desarrolles una presencia poderosa en este momento.

Un club exclusivo en LinkedIn
Si deseas estar al corriente de la actividad de Clubhouse y eres miembro de LinkedIn, te invito a formar parte del grupo “Clubhouse España y LATAM” en LinkedIn. De esta manera estarás en contacto con personas que ya están en la red, podrás plantear preguntas o compartir información relevante del uso profesional de Clubhouse. La dirección del grupo de Clubhouse en LinkedIn es: https://www.linkedin.com/groups/12500442/.

Y si necesitas entender con profundidad cómo sacarle todo el partido a Clubhouse desde el punto de vista de negocios, te invito a asistir a mis cursos “Clubhouse para profesionales” y “Clubhouse Marketing”. Mira nuestra web www.community.es o bien contacta directamente a través del WhatsApp +34 687 044 744 o bien por email a info@community.es.

Twitter contraataca con Spaces
El éxito fulgurante de Clubhouse no ha dejado indiferentes al resto de redes principales, que ya han puesto en marcha equipos internos de desarrollo para dotar a sus plataformas de espacios similares de debates de audio. La primera en reaccionar ha sido Twitter a través de su espacio llamado Spaces, que permite a los usuarios de Twitter organizar salas al mismo estilo que Clubhouse, con moderadores, hablantes, oyentes y temas.

En el caso de Spaces de Twitter, no es requisito tener un iPhone o iPad para disfrutar de una experiencia similar a la Clubhouse. Basta con ser usuario de Twitter y tener la aplicación actualizada para poder ver en la parte destacada de los “Fleets” las salas de audio activas y unirse a ellas.

ENRIQUE SAN JUAN © 2021

Director de Community Internet – The Social Media Company y de los cursos de Webinars, Zoom, Comerciales digitales y de oratoria digital.
DIRECTOR DE COMMUNITY INTERNET – THE SOCIAL MEDIA COMPANY
Y DE LOS CURSOS DE WEBINARS, ZOOM, COMERCIALES DIGITALES Y DE ORATORIA DIGITAL
TEL. 93 238 65 05 – www.community.es

Artículo publicado en la revista Gremi núm. 272 – 1er trimestre 2021